Los antiguos celtas (hace más de
3000 años) en la última noche de Octubre solían tener ciertas costumbres para alejar a los espíritus de
sus hogares o de ellos, es por eso que dejaban fuera de sus casas comida o
dulces. Y también a manera de honrar o convivir con esos espíritus se
disfrazaban con pieles, de animales, hojas secas o ramas de árbol como una
forma segura de confundir a las entidades peligrosas.
Esas
tradiciones fueron transformándose con el paso del tiempo y se han convertido
en lo que hoy llamamos trick or treat (dulce o truco) donde muchos niños y niñas van
de casa en casa pidiendo dulces.
Otra
forma peculiar de celebrar esta fecha son las fiestas de disfraces de Halloween que obviamente, con la llegada
del cine Hollywoodense, se ha tornado en muchísima parafernalia. Muchos
profesionales de la salud consideran saludable esta relación del ser humano a
manera de diversión con la muerte y una forma creativa de expresar sentimientos
reprimidos.
Muchos
paganos que celebran en coven o en solitario tienen diferentes ideas frente a
los disfraces en Samhain, algunos
piensan que es una buena forma de convivir con los que están del otro lado y
regresan en esta noche mágica, otros piensan que como es la llegada de nuestro
año nuevo debemos vestirnos aludiendo los colores de la fiesta, vistiendo de
gala o atrayendo todo aquello que deseamos en la próxima vuelta de rueda. Algunos
más indican que es buen momento de llevar algo que nos relacione con las
deidades, la naturaleza o todo aquello que nos llama en conexión mágica-
espiritual ( vestirse de hadas, de duendes, de algún Dios o Diosa de cualquier
panteón). Cada opinión es distinta y válida.
Bendiciones )O(
Raúl Duende Elfo
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